Aforismos
Felicidad y Deseo
Nadie en su sano juicio puede desear vivir una vida
apacible.
Todo ser humano tiene derecho a creer que la felicidad no
existe. Por lo mismo todo ser humano tiene la obligación de crearla.
La felicidad no es más que algo fugaz, dicen algunos. Eso
prueba que no es preciso, saber, entender o
tener una somera idea siquiera de lo que se habla para poder hacerlo.
La felicidad no es más que una imaginación, dicen otros,
mientras ponen cara de estar diciendo algo nuevo. La felicidad es una
imaginación, sí: como la vida misma.
La única verdad del ser humano es aquella que le resulta
completamente informulable, impensable y completamente innecesaria.
La nostalgia es algo típico de personas que sin ser lo
suficientemente triste, insisten en serlo.
El dolor no empaña la felicidad, porque pertenece a
distinto registro. Uno se entristece por lo que ya no es, y se pone feliz por
lo que está o está por ser.
La felicidad no es un estado, ni una sensación, ni una
palabra: es una decisión y una manera de adoptar la vida que engendra un
estado, provocando sensaciones que desbordan cualquier palabra.
Se puede argumentar en contra de lo que digo y
sostengo, que todo el mundo desea la felicidad y que aun así, pocas personas la
logran: eso solo prueba el debilitamiento que, siglos de cultura del
impedimento y del dominio, le han impuesto al deseo.
El deseo es una
construcción que exige que cada ladrillo sea sostenido por la vida misma de una
persona.
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